Es un trabajo que llegó a mis oídos casi dos años después de haber salido, pero desde entonces se convirtió en un clásico que sonó en todo lo que tengo que reproduce música. El mejor sitio para escucharlo fue el coche... un sonido cuidadísimo (mastering en LA), unas bases que saben donde pegar y unos flows innovadores me hicieron fijarme en este disco y convertirlo en uno de mis favoritos. ¿Las letras?,buenas también... algunas mejor que otras y otras mejores que mejor. Lo que me quedó claro en cuanto empecé a reproducir este CD es que era algo nuevo, que no había oído nunca... no es solo el sonido G, sino también la manera de rapear y de expresar su realidad, que lejos de querer educar a nadie, este tipo parecía contar su movida sin pretender enseñarte ética o moral, algo que desde que escucho Rap aparentaba ser una constante.
Uno a veces quiere liberarse, dejar de pensar en malos rollos y escuchar música y que alguien te cuente su vida sin la intención de moralizar en cada linea o llevar cada párrafo al misticismo y abstracción más elevado. Simplemente quieres oír Rap. Pues ahí estuvo este trabajo, marcando una época, convirtiéndose en un clásico de este género.
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